Así fue la presentación de Tool en la ciudad
Algo sucedía en el cielo cuando Tool apareció en el escenario. Como si el universo mismo respondiera a su llamado, pequeñas luces comenzaron a moverse vertiginosamente sobre Calle 2. Objetos no identificados resplandecían entre las estrellas. ¿Aliens? ¿Ángeles? ¿Mensajeros de otra dimensión? Nadie lo sabe con certeza, pero la coincidencia resultaba demasiado perfecta. La banda nos ofrecía algo más que un concierto, parecía una invocación.
Desde el inicio, el evento tenía un aura especial. Tool, una de las bandas más enigmáticas y reverenciadas del rock progresivo, llegaba a Guadalajara, una ciudad que pocas veces presencia espectáculos de este calibre. Como si eso no bastara, la experiencia iba más allá de la música: un concierto sin celulares. Una prohibición que generó controversia, pero que, para quienes la respetaron, se convirtió en un portal hacia algo más.
Entre la Rebeldía y el Trance
A los mexicanos no nos gusta que nos digan qué hacer. Así que muchos desafiaron la seguridad, buscando inmortalizar el momento con sus teléfonos. Pero otros, los que realmente se entregaron, entraron en un estado de concentración casi místico, un trance. Envueltos en los visuales hipnóticos y el impecable sonido de Tool, se sumergieron en una experiencia que no necesitaba ser grabada para permanecer en la memoria.
Lo que la banda logró en Calle 2 fue una ejecución que rozaba lo sobrenatural. Cada nota, cada golpe de batería, cada armonía vocal se sentía meticulosamente calculada, pero con una intensidad que parecía trascender lo humano. Entre todos los músicos, Danny Carey se erigía como un chamán rítmico. Su batería, una máquina de precisión imposible, hipnotizaba y guiaba la ceremonia.
La Noche de los Iniciados
Tool no decepcionó. Cada canción era su propia ceremonia en la que todos éramos parte. Los fans tapatíos, que esperaron años para este momento, salieron con la certeza de haber presenciado algo más grande que un simple concierto. Y para completar la ceremonia, no podemos dejar de mencionar que Seven Hours After Violet y The Cult prepararon el terreno para que Tool tocara.
En Calle 2, bajo un cielo donde algo o alguien parecía estar observando, Tool ofreció una noche que no se podrá explicar del todo. Un suceso que solo puede contarse con los sentidos de quienes estuvieron ahí.