Conoce que pasó en su primer show en CDMX
Después de una larga espera, Zayn Malik regresó a México. La última vez que pisó un escenario en el país fue hace casi diez años, en noviembre de 2015, cuando One Direction ofreció su último show en tierras mexicanas. Ahora, por primera vez como solista, llegó con el primero de tres conciertos en el Palacio de los Deportes, marcando un hito en su carrera.
La coincidencia del calendario hizo que su regreso sucediera justo en el aniversario de su salida de la agrupación que lo llevó al estrellato mundial. A lo largo de los años, Zayn ha construido una propuesta musical única, más allá de sus raíces en el pop y el fenómeno de masas que representó 1D. Sin embargo, lo que nadie vio venir fue que la noche iniciaría con “Night Changes”, la primera vez que la interpreta en diez años, enviando un mensaje claro: todo está en paz.
Desde ese momento, se supo que sería una noche especial. La puesta en escena, aunque sencilla, tenía una atmósfera íntima con pequeños árboles decorados con luces y un telón de fondo que simulaba un paisaje nocturno. En el centro, a los pies del micrófono, destacaba lo que parecía un arbusto, creando un ambiente cálido y personal.
El Palacio de los Deportes, completamente lleno, le dio la bienvenida con la euforia que solo el público mexicano sabe brindar. Zayn continuó el show con “My Woman”, seguida de “Birds on a Cloud”, “Dreamin'”, “Lied To” e “In the Bag”. Con cada canción, su presencia escénica y su impecable voz cautivaron a la audiencia. La temperatura subió aún más cuando se quitó su saco rojo, desatando una ola de gritos. Sorpresivamente, en más de una ocasión, la luz de los celulares iluminó por completo el recinto, mostrando la magnitud de la noche.
Aunque la emoción en la pista era intensa, los empujones llevaron a Zayn a pedir calma para evitar accidentes, a lo que el público respondió con respeto. Durante la noche, se mostró agradecido y emocionado, regalando momentos como un espontáneo “It’s happening, señoritas”, que desató una ovación entre los asistentes.
El setlist continuó con temas como “Ignorance Ain’t Bliss”, “Scripted”, “Sweet”, “BoRdErZ”, “iT’s YoU” y “Shoot at Will”. Uno de los momentos más especiales llegó con su versión de ‘Last Request’, de Paolo Nutini, demostrando una vez más su talento vocal y su capacidad de transmitir emociones con cada interpretación.
El público también tuvo su propio momento estelar cuando, durante “PILLOWTALK”, desplegó un fan action que pintó el Palacio de los Deportes con los colores de la bandera mexicana, utilizando papelitos de colores sobre los flashes de los celulares. La energía del recinto era palpable, con una audiencia completamente entregada.
El cierre del show llegó con “Concrete Kisses”, “What I Am” y “Alienated”, dejando claro que Zayn ha evolucionado hacia una etapa artística más introspectiva y madura. Su más reciente álbum, Room Under the Stairs, refleja una versión más personal de su música, con influencias del R&B y el soul, alejándose del sonido pop comercial con el que inició su carrera. Antes de finalizar, Zayn rindió un emotivo homenaje a su excompañero Liam Payne, proyectando en la pantalla una imagen con su nombre y la leyenda “Love you, bro”. Un tributo que comparte cada noche al terminar sus shows, un gesto simple pero que refleja el cariño y la conexión que siempre los unirá.
Después de un breve encore, la noche terminó con “Gates of Hell”, dejando al público con una sensación de satisfacción absoluta. Aunque el concierto tuvo una duración de aproximadamente una hora y veinte minutos, Zayn demostró con creces su talento vocal, su evolución artística y su conexión con los fans mexicanos.