Ya disponible en todas las plataformas digitales
Era 2007, lo que empezó como la típica banda adolescente bajo el nombre Life Without Rory comenzó lo que sería una de las agrupaciones más queridas de los dosmiles. Fue en 2009 cuando la banda, ahora llamada Two Door Cinema Club firmó con la discográfica francesa ‘Kitsuné Music’. Tourist History vio la luz en 2010.
Temas como ‘Undercover Martyn’, ‘Something good can work’, ‘What you know’ y ‘I can talk’ atrajeron la atención del público receptivo a sonidos con sinergia y fuerza, tanto así que FIFA incluyó ‘I Can Talk’ en su versión para el videojuego de 2011.
Viajando a través de la internet desde su natal Irlanda del Norte la banda comenzó a ver el impacto de su música en todo el mundo, así en 2012 Alex Trimble, Kevin Baird y Sam Halliday se embarcaron en lo que ahora conocemos como Bacon, segunda placa que así como el primero trae consigo himnos adolescentes que siguen sonando entre las nuevas generaciones; ‘Sleep Alone’ y ‘Sun’ son aún de los temas más entrañables y coreados durante sus presentaciones en vivo.
En 2016 nos regaló Gameshow con ‘Are We Ready? (Wreck)’ como estandarte al mando y single principal.
El tiempo pasaba y la banda adolescente maduraba no solo físicamente sino musicalmente hablando, la prueba del segundo disco estaba superada, incluso del tercero, pero para un cuarto la misma fórmula no iba a ser suficiente. False Alarm se nos presentó en 2019 con una serie de novedades; la estética esta vez se componía de ondas bauhaus y aires de Kraftwerk. Las melenas se fueron y la banda nos demostró que tenían mucho que ofrecer.
Ahora, tras una etapa oscura en la historia de la humanidad proyectos como Keep On Smiling nos proponen seguir sonriendo, literal. El trío irlandés vuelve con el sonido que ya conocemos y a muchos encanta. Two Door Cinema Club nos ofrece una energía positiva, fresca y fiestera, que no solo nos pone a bailar (una vez más) sino nos alienta a creer que después de la tempestad viene la calma, y que la música una vez más está ahí para darnos días soleados.
‘Messenger AD’ nos remonta al intro de Stranger Things sin lugar a dudas, una buena inspiración o un buen himno, como sea, los beats Two Door están ahí y nos encaminan ágilmente hacia unas guitarras muy Two Door. ‘Blue Light’ suena a algo que ya hemos escuchado antes y que nos pone de buenas. Los sintetizadores del coro y el beat jocoso a lo largo de este tema son la introducción a lo que ¡wow! es un disco de Two Door Cinema Club, y suena a ellos.
Como tercera pieza de este nuevo todo, nos encontramos con ‘Everybody’ s cool’, acá podemos ver los destellos alegres que nos gustan de esta banda y un ferviente positivismo en esta etapa de su carrera. El tema suena a una tarde de domingo desenfadado donde todos son cool.
La soltura de este álbum resulta liberadora, soltura de emociones, soltura del cuerpo, soltura de miedos.
‘Lucky’ es ese tema que se nos presentó como primer single de lo que ahora conocemos como Keep On Smiling, y como no si este tema es Two Door Cinema Club en toda la extensión de la palabra. La banda le hace un guiño a su aplaudido Bacon y trae la esencia de ese sonido en todo su esplendor. ‘Lucky’ también llega de la mano con su visual. Escenas inverosímiles donde el protagonista sale triunfante se inclinan, otra vez, a mirar el lado positivo del día a día.
“En ‘Lucky’ la banda hace un guiño al aplaudido Bacon y trae la esencia de ese sonido en todo su esplendor”
‘Little Piggy’ ‘Millonaire’ y ‘High’ hacen un pequeño salto al pasado recordándonos un poco el sonido de Gameshow.
Con un beat ochentero más guitarras agudas ‘Wonderful Life’ se perfila hacia el final de este trayecto colorido. En este punto las ondas de color desbordan por los oídos y recorren cada centímetro de nuestros cuerpos. La voz de Trimble viaja en un recorrido 360 grados por nuestra cabeza, la fuerza de este tema genera saltos arrebatados y un impulso eléctrico que sube la dopamina al 100% para llevarnos a un final puntual y drástico.
‘Feeling Strange’ y ‘Won’t Do Nothing’ ambas llenas de vida y luz generan una combinación entre chillin’ y conformismo que alivia el cuerpo después de un día pesado.
‘Messenger’ nos encamina hacia el inicio del fin, los decibeles bajan considerablemente, el baile acelerado calma su intensidad y para ‘Dissapearer’ la banda nos ofrece un masaje auditivo. La mezcla de sonidos complejos con coros de fondo se parece a ese cúmulo de emociones que vienen antes de un final; el final de una película, de ver a tu banda favorita en vivo, de un sueño.
Keep On Smiling es libertad en forma de música, es ligereza. La banda parece estar dándonos un valium, una de sus piezas más chill, tal vez algo que más de uno necesitaba en este proceso de volver a (o tratar) de vivir la vida como era hasta hace un par de años.
