“Creo toda mi vida me sentiré o seré un niño salvaje”, Enfant Sauvage [Entrevista + RESEÑA DE ÁLBUM]

Para el músico y director francés Guillaume Alric, el regresar a su ciudad natal Clamecy en el centro de Francia después de haber dado un tour con The Blaze, representó una fuente de inspiración lo...

Para el músico y director francés Guillaume Alric, el regresar a su ciudad natal Clamecy en el centro de Francia después de haber dado un tour con The Blaze, representó una fuente de inspiración lo suficientemente grande para crear un álbum como solista.

La nostalgia que representó estar en su pueblo e indagar en los recuerdos de su fase adolescente de fotógrafo, acabaron siendo un material discográfico que no se queda solamente en la música, sino que llega a cada nervio sensorial de quien lo escucha.

Bajo el nombre de Enfant Sauvage, Guillaume lanza ‘Petrichor’, cuyo significado alude al olor característico de la tierra mojada después de la lluvia. Desde este momento nuestro sentido del olfato acciona nuestro cerebro que nos hace imaginar el campo húmedo, y contextualizando más la situación, el campo húmedo de esta comuna francesa donde creció el joven Alric.

El inicio del álbum es “58500”, una canción que conecta un poco su faceta como solista con The Blaze, con un beat repetitivo en piano Guillaume admite que es la pieza que más espera tocar en vivo “Creo que es una canción muy bailable para un show en vivo, además que ese número representa el código postal de mi ciudad natal, para introducir este proyecto en vivo es una buena pieza.”

Pero como una persona multifacética, y tentando nuestro sentido de la vista, Guillaume decidió lanzar este proyecto como un material audiovisual compuesto por tres partes. La primera fue “Silent Love” en donde nos muestra un amor naciente entre encuentros de personas que se conocen por amigos en común. Y es así como Arlic recuerda con cariño su juventud.

Cuando empecé a escribir las canciones de ‘Petrichor‘ no sabía que iba a acabar haciendo un proyecto audiovisual así de complejo. Fue algo que llegó en el camino. Al final trabajé con la música de manera simultánea con los videos. Fue un proceso largo. En total fueron 10 días de grabación, y previo a eso dos meses de preparar el lugar, o encontrar las locaciones, la gente y demás. Toda la organización me tomó en sus dos meses, sin contar los tres meses de escribir los guiones.”

– Guillaume Alric

Y lo bonito de este álbum, no solo son los materiales audiovisuales, sino el artwork que maneja con cada sencillo y el álbum. Todas son fotografías análogas que Guillaume fue recolectando hace años. Tomas que sin contexto podrían parecer un negativo más, pero que él atesora como fragmentos de su vida. Para “Misty Day” nos cuenta la historia de un día triste y el extrañar, representado por una fotografía de un cementerio. “Louve” nos muestra una barrera entre él y una jauría de lobos. Y su favorita viene siendo aquella que usa para “Fame and Roses”

“Aunque no sé si tengo una favorita, hay una foto que me genera mucho sentir. Es de unas manos lastimadas, con cicatrices y sangre. Para mí esos detalles muestran las manos que puedes tener al vivir en un lugar rural cerca de la naturaleza, porque siempre te la pasas escalando árboles, de alguna una forma eres más salvaje, pones tus manos en el maíz, te peleas con otras personas y te lastimas. Creo que tus manos viven más en el campo que cuando lo haces en la ciudad.”

Para seguir complementando este rompecabezas, Guillaume lanza una segunda parte de su trilogía anunciada. Con la canción “Time to Fall”, repite un beat constante con la frase “es tiempo de enamorarse”. Y entre una fiesta que parecía solo diversión, acaba una pelea en un arranque de celos. Y aquí es cuando le damos la razón a Alric sobre “vivir con las manos”. Los sorprendente de este film, es que los actores son amigos sin alguna experiencia previa en actuación. Es la imaginación, conocimiento y visión de nuestro Enfant Sauvage que nos da el resultado que se mira, y a pesar de que representó un reto, fue superado.

“Creo que el reto más grande fue el grabar los videos en mi ciudad natal, las personas que aparecían en el videoclip eran conocidos míos, o amigos de mis amigos. Quería que las personas aparecieran se sintieran verdaderos o honestos. Lo trabajé como una especie de documental, más que ficción. Entonces lo más complicado fue ser transparente con la grabación. Para la música es más fácil porque es más abstracto, y sólo esperaba que llegara la inspiración naturalmente.”

El resultado de los filmes es fascinante, y se nota en la respuesta que la gente tiene ante ellos. De hecho se le ha cuestionado si alguna vez podría trabajar en un proceso más ambicioso como un largometraje.

“No me gusta pensar tanto en el futuro, porque si lo piensas a veces no llega. Haber podido grabar videos con personas que conozco en este lugar aunque no sean profesionales fue satisfactorio y volvería a trabajar así. Si algún día hago una película será en este lugar, mostrando el mismo tipo de personas o historia con todo el paisaje natural, presentando lo que es la vida en un pequeño pueblo de Francia. Esta gente es muy hermosa, emocional y carismática. Quizá algún día me anime hacer una largometraje”

La tercera y última parte llega con “Force Field”, como un abrazo de seguridad, después de la tormenta agitada que representó una pelea no planeada. Lo mágico de cada video, es que Guillaume nos presenta los detalles tan de cerca que podemos vivirlos. El fuego nos calienta, los golpes nos duelen, el amor nos enamora y el agua nos refresca. Esta calidad audiovisual nos transporta al lugar y situación expuestos.

“Fui y sigo siendo un (enfant sauvage) chico salvaje. Cuando regreso a mi ciudad natal me gusta ir a la naturaleza y al bosque, contemplar los pájaros cantando, tocar los árboles y esperar a ver animales en el bosque. También estar con mis amigos pasándola bien en el campo y nadar en el río. Creo que toda mi vida me sentiré o seré un chico salvaje.”

– Guillaume Alrlic

Sin duda ‘Petrichor’ llegó para ser un proyecto que atesorar, a pesar de no haber vivido los años gloriosos de Guillaume en un pueblo francés, nos ayuda a desenterrar nuestros propios recuerdos. Este gran álbum es un regalo para todos que Alric está muy contento de poder compartir.

“Hasta ahora, la recepción ha sido buena y estoy contento que este proyecto se haya lanzado. Al final es para que la gente lo escuche y no para que dármelo en mi estudio. Estoy feliz de poderlo compartir con todos”

Escucha “Petrichor” de Enfant Sauvage a continuación:

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