Por vigésima ocasión, MUTEK MX reafirmó su posición como el escenario ideal para artistas que exploran los límites de la tecnología digital y el arte audiovisual. El pasado viernes 18 de octubre, Nocturne 1 ofreció novedosos y enérgicos actos en vivo, donde el público fue testigo de las propuestas más innovadoras en arte digital a nivel mundial.
La sede, de atmósfera industrial y en sintonía con la estética característica de MUTEK, brindó un espacio amplio y accesible, facilitando el arribo de los asistentes mediante diversos medios de transporte. Las salas A y B, espaciosas y bien equipadas, se llenaron de un público fiel y ansioso por escuchar lo más novedoso en el mundo del arte digital y la música electrónica.
Cerca de la medianoche, el dúo formado por el alemán Robert Lippok y el argentino Lucas Gutiérrez presentó en estreno mundial su proyecto AVB2BV, una propuesta que redefinió la clásica dinámica de un back-to-back, no solo en lo sonoro, sino también en lo visual. Durante su performance, pudimos ser testigos de la sinergia entre ambos artistas, quienes lograron entrelazar sonido, imagen, tiempo y narrativa de una manera fluida y orgánica. Los ritmos delicadamente progresivos, acompañados de visuales hipnóticos, llevaron al público a una travesía sensorial donde la música y la imagen se fusionaron en perfecta armonía.
El siguiente en el escenario fue Alva Noto, uno de los nombres más esperados de la noche. El artista alemán, conocido por su estilo minimalista y cargado de glitch, comenzó su set con algunos inconvenientes técnicos que generaron impaciencia en la audiencia. A pesar de múltiples intentos por sincronizar el audio y los visuales, Noto optó por continuar únicamente con el sonido, tomando el micrófono para anunciar: “Esta vez solo tendrán que escuchar ya que no habrá visuales”. Sin embargo, tras unos minutos, la sincronización fue restablecida, y el público pudo finalmente disfrutar del espectáculo completo. El set de Noto, cargado de beats potentes y texturas microscópicas, adquirió una nueva dimensión con sus visuales abstractos, entregando una experiencia que combinaba lo visceral con lo cerebral.
Mientras tanto, en la Sala B, Paurro & Mnty iniciaban su DJ set híbrido ante un espacio casi vacío que poco a poco fue llenándose. Con su carisma, ambas artistas conectaron con el público a través de un set atrevido, cargado de ritmos enérgicos y sonidos contundentes. La pista se fue poblando de cuerpos en movimiento, y en ciertos momentos, el ambiente alcanzó picos de hedonismo puro, un reflejo de la necesidad del público por mover el cuerpo.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. En uno de los momentos más esperados de la noche, Daito Manabe, uno de los pesos pesados del cartel, hizo su aparición en la sala A. El japonés, reconocido por haber sido parte de algunos de los momentos más épicos en la historia de MUTEK, presentó una obra que combinó arte digital y hardware con una sensibilidad única. Manabe sumergió al público en un mundo hipnótico, donde la música y las visuales se entrelazaron. Los asistentes fueron testigos de la precisión y la sutileza con la que Manabe fue construyendo su performance, ofreciendo una experiencia que se sintió más como un viaje sensorial que como un simple live act.
De nuevo Mutek, reafirmó su lugar como el evento más relevante en el ámbito del arte digital y la música electrónica. Una vez más, demostró su compromiso de ofrecer al público experiencias multisensoriales únicas, donde la tecnología y el arte se fusionan. A pesar de algunos contratiempos técnicos la noche estuvo plagada de muestras de creatividad e innovación que trascendieron los límites de lo convencional.