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Alan Palomo, cono conocido por formar parte de Neon Indian, nos sorprende una vez más con su primer álbum de su fase como artista solitario, “World of Hassle”. Este proyecto marca un giro audaz en su carrera musical, explorando nuevos territorios sonoros y conceptuales.
El viaje de “World of Hassle” se remonta al disco “Psychic Chasms” de 2009, pero esta vez, Palomo nos lleva por un camino inesperado hacia la cumbia vintage peruana y un concepto de álbum político. Sin embargo, el proceso creativo se vio obstaculizado, y el proyecto quedó en el limbo.
Paralelamente, la vida de Palomo se convirtió en una comedia absurda mientras lidiaba con la incertidumbre de la cuarentena. Sus intentos por encontrar estabilidad se volvieron desastrosos, desde invertir en mejoras para su estudio de grabación casero, solo para tener a un equipo de construcción mudándose al lado, hasta una pesadilla ruidosa que lo obligó a mudarse de su propia ventana. Alan se sintió como un personaje de una novela de Thomas Pynchon, cuya vida aparentemente segura se convirtió en una comedia para desconocidos.
Desde los detalles ficticios de la portada (co-creada por Alan Palomo y el diseñador Robert Beatty, quien también diseñó la portada del álbum “Vega Intl. Night School” de 2015, inspirada en Japón) hasta el collage lírico de la cultura pop y las referencias políticas, y el brillo de la música digital, “World of Hassle” es una obra maestra de la creación de mundos.
Este álbum nos sumerge en una pequeña y tenue dimensión llena de ansiedad y nostalgia, donde el jazz-funk y los trajes de hombrera de Claude Montana nunca pasaron de moda, y la Guerra Fría se calmó tanto que el álbum “I’m Your Man” de 1988 de Leonard Cohen nunca vio la luz. “World of Hassle” es un viaje musical y psíquico que vale la pena explorar.
