La banda vuelve en octubre con shows en México
Por Sebas Manza
En 2018 IDLES, banda proveniente de Bristol,Reino Unido, lanzó el impecable “Joy as an Act of Resistance” un álbum lleno de ira y de inconformidad social, que se posicionó como uno de los referentes actuales del género del post-punk revival. Mediante un sonido crudo, bailable, lleno de rabia fue que, esta producción hizo que el éxito conseguido un año antes con Brutalism siguiera vigente, pero, no solo eso, sino que hizo que la banda despegara aún más.
Con su demencial y rabioso “Ultra mono” (2020) la banda mostró un sonido más directo, crudo y estruendoso. Dos años después con “Crawler” el sonido de la banda encontró una fórmula que se adentraba en los terrenos sonoros del soul y hip hop.
La banda conformada por Joe Talbot (vocalista), Adam Devonshire (bajo), Mark Bowen (guitarra principal), Jon Beavis (batería) y Lee Kiernan (guitarra rítmica) lanza “TANGK”, su quinto material discográfico: una producción enérgica, experimental y demencial que ofrece canciones de amor demoledoras y cargadas con la misma rabia que caracteriza al grupo.
Durante los años de activo de la banda, IDLES ha dejado en claro una cosa y es que, para ellos lo más importante que existe es el amor, un amor fraterno de unos a otros. La banda ve en el amor un acto de resistencia ante los problemas sociales que existen en un mundo que es azotado por odio y desigualdades.
Joe Talbot ha comentado en varias entrevistas lo que significa el nuevo álbum en su carrera pues a través de sus 11 cortes ofrece melodías cargadas de energía proveniente del amor; canciones que te sacudirán, te abrazarán y encenderán tus sentidos a través de bajos corpulentos y viscerales riffs de guitarras como en la letal “Dancer”.
De entrada, en TANGK nos encontramos con una evolución del sonido de IDLES; tenemos capas sonoras ácidas y dulces que contrastan a la perfección con la crudeza de los riffs de guitarras y como base los característicos performances vocales a los que ya nos tienen acostumbrados. Aunque esta vez acompañadas por sintetizadores, que tienen un mayor protagonismo en gran parte del álbum. La voz de Talbot está en su mejor momento; Joe nos evoca a gritar y nos conmueve con un rango vocal tan letal, así como lo es el encantador medio tiempo que es “A Gospel” melodía que recuerda al cantautor Nick Cave.
Contando con la producción de Nigel Godrich (Radiohead, Beck) la banda ha conseguido que su sonido sea más accesible, más adictivo y a la vez más visceral que en álbumes anteriores. Con una paleta de sintetizadores y efectos sonoros es que el sonido de IDLES presenta una nueva faceta, sin olvidar la crudeza que los caracteriza.
“IDEA 01” es una introducción a medio tiempo que se construye sobre un arpegio de piano, sintetizadores y tambores delicados que hipnotizan desde el primer momento; la voz de Talbot es conmovedora en el track abridor pues nos permite entender a la perfección a donde se dirige el proyecto con los beats de fondo y el rescate de las letras.
IDLES decide arrojarnos una granada para darnos una explosión sónica de amor con “Gift Horse” la cual es letal. Dejado ver desde que se lanzó como tercer sencillo del álbum. Este track es una oda a la hija de Joe Talbot, al amor que el vocalista tiene por ella; con estruendosos riffs y un estribillo que enloquece cada uno de nuestros sentidos. Este rack es enérgico, sí, pero podemos notar que los riffs de IDLES y la ferocidad que tenían sus instrumentos se ha rebajado un poco y se ha optado por tener más presencia de sintetizadores y beats adictivos, lo cual hace que la banda pueda darnos un sonido más digerible y divertido, claro que sin dejar de lado la euforia y el empoderamiento.
En la tercera pista del álbum, titulada “POP POP POP”, la banda nos deja entre ver que aún se hacen presentes las letras poderosas a la par con un sonido de batería que abogan por sonidos fuertes, energéticos y destructivos. Sin embargo, esta pista justo nos demuestra una de las principales adherencias a su catalogo pues los sintetizadores oscuros poco a poco se entren juntan con una letra repetitiva y contagiosa que nos hacen querer bailar y cantar al primer escucha. Este es una de las canciones más memorables pues, desde que la tocaron en vivo por primera vez en el Paris, 2024 los asistentes demostraron una energía inigualable.
El siguiente track, titulado “Roy” deja lucir el perfecto rango vocal de Talbot; es una melodía que recibe influencias del soul; los sonidos presentados en este track construyen un track fatalista pero eficaz. Los gritos de Joe que con distorsión regalan una escena imaginaria sacada de alguna película de desamor.
La ya mencionada “A Gospel” se construye sobre capas de piano, cuerdas cálidas y una batería que cabalga de buena forma única, con una línea de bajo bien ejecutada. La melodía podría considerarse como una de las canciones más dulces que la banda ha hecho en su carrera. “Dancer” por otra parte, es alucinante; el inicio proporciona unas notas de violines que sirven como introducción para arrojarnos un letal riff de guitarra que es contundente. Tal y como lo demostraron en algunas de sus presentaciones en vivo. El track celebra uno de los actos más propios que hay, el bailar con las personas que amamos. “Grace” es genuina, es un track que vuelve a recordarnos la importancia del amor y a base de capas sonoros construye un gran sonido melódico.
Los últimos tracks que ofrece está producción cierran bien el álbum. Después del cargado y motivado “Hall & Ates” que es el track más corto del álbum. Sin embargo, es uno de los más contundentes y energéticos pues los bajos, las guitarras y la feroz voz de Joe aluden un poco a “Joy as an Act” sin dejar de lado lo adictivo el mismo. “Jungle” sirve como un puente para comenzar a dar cierre al proyecto pues es una canción concisa y abrasiva. Con “Gratitude” la banda entrega una melodía de celebración, que desborda energía para llevarnos a un final lento pero efectivo con “Monolith” la cual nos despide de forma elegante con la voz más suave de Joe y un saxofón encantador al termino.
Todo es amor y el amor lo es todo, Canta Talbot en “Gift Horse”; esta frase podría eclipsar lo que representa a TANGK. Ese es un álbum lleno de amor, hecho de amor y que está listo para dar una dosis del mismo a cada uno que lo escuche. Gracias a una impecable producción por parte de Godrich, IDLES encuentra de nueva cuenta un nuevo horizonte al que llevar su sonido; un sonido más electrónico, con capas sintetizadas que armonizan de buena manera la rudeza de los riffs agresivos de la banda. IDLES sigue siendo esa conexión de pensamientos de protesta que exclama su descontento social. En esta ocasión la banda adopta como uno de los principales dirigentes el amor para todos y eso es lo que nos demuestran en este álbum a la perfección.
Este próximo mes de octubre IDLES vuelve a México luego de presentarse en el Corona Capital 2022 ahora con 3 shows en solitario donde podremos disfrutar en vivo las nuevas canciones de TANGK, así como algunas de nuestras favoritas, comenzando el 1 de octubre en el Guanamor Teatro Studio de Guadalajara, seguido del Showcenter Complex de Monterrey el 2 de octubre y finalizando en el 4 de octubre en el Pepsi Center WTC de la Ciudad de México el 4 de octubre. Los boletos ya se encuentran a la venta en Ticketmaster.