Texto por José Ferrer
Con la proximidad de Halloween, se presenta la ocasión ideal para sumergirse en las profundidades del cine de terror, el ambiente nos invita a explorar las inquietantes manifestaciones del miedo en la gran pantalla.
Este año, proponemos un recorrido por obras clásicas y nuevas propuestas cinematográficas que, sin duda, estremecerán incluso a los más valientes.
“Jeepers Creepers” (2001)
Comenzamos con “Jeepers Creepers”, una película que mezcla el terror rural con el horror sobrenatural, con su estética retro y su criatura icónica, es un clásico moderno que no puedes dejar de ver
Dirigida por Victor Salva, este filme sigue a dos hermanos que, durante un viaje por una carretera desolada, se encuentran con una entidad ancestral que despierta cada 23 años para alimentarse.
Lo que hace que “Jeepers Creepers” sea particularmente aterradora es su capacidad para generar un ambiente opresivo desde el inicio. Los paisajes vacíos y la presencia amenazante del “Creeper” crean una sensación de indefensión.
La película te mantiene constantemente alerta, sin saber qué dirección tomará la siguiente amenaza, es perfecta para aquellos que buscan un terror más visceral y misterioso, donde lo sobrenatural acecha en cada esquina.
“El Resplandor” (The Shining, 1980)
Pocas películas de terror han alcanzado el estatus icónico que tiene “El Resplandor”, dirigida por Stanley Kubrick y basada en la novela de Stephen King. Esta obra maestra explora el descenso a la locura de Jack Torrance, quien junto a su familia, se convierte en el cuidador de un hotel aislado y cargado de presencias sobrenaturales.
El poder de esta película reside en su manejo magistral de la atmósfera y el suspenso psicológico, El Hotel Overlook, con sus interminables pasillos y secretos, es un personaje más dentro de la narrativa.
Las grandes interpretaciones de Jack Nicholson y Shelley Duvall, junto con la icónica escena de la puerta destrozada hacen de “El Resplandor” una experiencia que trasciende el terror convencional para adentrarse en la pesadilla humana.
“La Noche de los Muertos Vivientes” (Night of the Living Dead, 1968)
Si hablamos de clásicos, no podemos olvidar “La Noche de los Muertos Vivientes” de George A. Romero. Esta película no solo definió el subgénero de zombies, sino que también utilizó el terror como medio para hacer una reflexión sobre la sociedad y la condición humana.
La historia sigue a un grupo de sobrevivientes que, atrapados en una casa de campo, luchan por mantenerse vivos ante la amenaza de los muertos vivientes.
Lo inquietante de este filme es su desolador enfoque en la desesperación humana y la forma en que el caos desata lo peor en las personas. Con un estilo casi documental, George A. Romero logra una tensión creciente que culmina en un final devastador.
“La Noche de los Muertos Vivientes” es una película imperdible para quienes desean ver algo que va más allá del simple susto y toca las fibras más profundas del horror humano.
“Pesadilla en Elm Street” (A Nightmare on Elm Street, 1984)
¿Qué sería de Halloween sin Freddy Krueger? “Pesadilla en Elm Street” es otro clásico del cine de terror, dirigido por Wes Craven. Aquí, los miedos se vuelven tangibles a través de Freddy, un asesino desfigurado que ataca a sus víctimas en sus sueños, si mueres en el sueño, mueres en la vida real.
Este filme juega con la delgada línea entre la vigilia y el sueño, generando una constante sensación de incertidumbre. Los efectos especiales, revolucionarios para su tiempo, la icónica figura de Freddy Krueger, con sus garras y su voz ronca, se convirtió en el terror de una generación.
“Pesadilla en Elm Street” es un viaje alucinante por el mundo de los sueños, donde la realidad y la fantasía se entremezclan de manera terrorífica.
“Suspiria” (2018)
Para los amantes del terror estilizado, “Suspiria” de Luca Guadagnino es un festín visual. Este remake de la película de 1977 dirigida por Dario Argento toma la historia de una academia de danza en Berlín dirigida por un grupo de brujas y la reinventa con una estética más sombría y moderna.
“Suspiria” es más que una película de horror, es una exploración inquietante de los rituales, el poder y la transformación. Guadagnino utiliza el color, la música y los efectos de sonido para crear un ambiente casi hipnótico, sumergiendo al espectador en una experiencia que mezcla lo grotesco con lo bello.
Las actuaciones de Tilda Swinton y Dakota Johnson son memorables, aportando una intensidad psicológica que eleva el terror al plano emocional y filosófico, “Suspiria” nos sumerge en un mundo de brujería y ocultismo, con una estética gótica y una banda sonora hipnótica.
