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Texto por Brian Reyes
Joe Keery, conocido por su papel en Stranger Things, deja claro que su talento va mucho más allá de la actuación con The Crux, su nuevo álbum bajo el nombre artístico Djo. Este trabajo nos sumerge en un viaje sonoro donde el cantante y compositor explora tanto la nostalgia de los 70 y 80 como su propia introspección. En él, Keery reflexiona sobre temas como la identidad, la soledad y las contradicciones inherentes a la vida moderna.
Grabado en los emblemáticos Electric Lady Studios de Nueva York, con la colaboración del productor Adam Thein, The Crux se presenta como un álbum cuidadosamente elaborado. Cada pista está cargada de una sonoridad que logra equilibrar influencias retro con una sensibilidad moderna, marcando un punto de madurez musical para Keery sin perder el carácter experimental y juguetón que lo ha definido en sus trabajos previos.
El disco arranca con Lonesome Is A State of Mind, una canción acústica que, con su suave melodía, parece ofrecer una sensación de optimismo, pero cuya letra destila una profunda reflexión sobre la soledad, un contraste entre la forma y el fondo es algo recurrente a lo largo del álbum.Las influencias de músicos como Bryan Adams o Bruce Springsteen son claras en canciones como Link, que se destaca por su ritmo enérgico y guitarras potentes. Sin embargo, Keery también ofrece momentos más suaves y melancólicos, como Potion, un tema con toques folk que habla de la búsqueda de un amor genuino y sencillo.
Con Delete Ya, Djo lleva al oyente a una versión moderna del pop de los 80, combinando una base rítmica vibrante con letras originales y emocionalmente cargadas.
El álbum también se adentra en territorios más experimentales y psicodélicos. Egg, probablemente el tema más arriesgado, alterna entre momentos caóticos y tranquilos, mientras que Fly crea una atmósfera etérea que evoca sensaciones de nostalgia y la necesidad de escapar.
En Charlie’s Garden, Djo rinde homenaje a sus influencias de los Beatles, con arreglos orquestales y hasta una grabación telefónica que aporta un toque peculiar y teatral, destacando por su romanticismo desenfrenado.
Hacia el final del disco, canciones como Golden Line y Back On You bajan el tono para ofrecer una reflexión más emotiva y coral sobre la conexión humana y la fraternidad. Finalmente, el tema titular, Crux, cierra el álbum con un mensaje claro invitando al oyente a volver a lo esencial, a lo genuino, a lo emocional.
“The Crux” es un álbum ambicioso que demuestra que Djo es mucho más que un actor que canta. Con una producción refinada, letras inteligentes y una clara pasión por la historia de la música, Joe Keery se confirma como un artista con visión propia, consolidando su lugar como uno de los proyectos musicales más interesantes de la escena actual.