Zamna, un festival que nació en las mágicas costas de Tulum y ha recorrido el mundo, volvió a la Ciudad de México por segunda ocasión, reafirmando por qué se ha convertido en un referente de la escena electrónica global. Esta edición de tres noches logró captar la esencia única del festival, transformando el Hipódromo de las Américas en una jungla vibrante, llena de naturaleza, evocando sus raíces en Tulum.
Nuestra experiencia comenzó el segundo día con Camelphat, quienes ofrecieron un set impresionante, acompañado de visuales de otro nivel creados por el talentoso artista mexicano Gustavo Cisneros. La fusión entre la cultura maya y la Fórmula 1 que presentó Cisneros fue una auténtica obra de arte, elevando la experiencia audiovisual del festival.
El cierre de esa noche estuvo a cargo de Adriatique, quienes envolvieron al público con su característico sonido entre deep house y minimal techno, creando una atmósfera envolvente. Uno de los momentos más memorables fue cuando cerraron su set con el clásico tema ‘Vuela, Vuela’ de Magneto, dándole un toque especial y nostálgico al cierre de la jornada.
El domingo, con una pista de baile más despejada y un ambiente más relajado, Carlita encendió la escena con su mezcla de organic house, conectando de inmediato con los asistentes y creando momentos de pura energía en la pista.
WhoMadeWho fue uno de los grandes momentos de la noche, sorprendiendo al público al cantar y tocar en vivo, lo que transformó su actuación en un espectáculo íntimo y mágico. Con cada nota, lograron crear una atmósfera que resonó profundamente con los asistentes.
El broche de oro lo puso Monolink, quien cerró el festival con un set que combinaba su distintiva mezcla de guitarras, voz y electrónica, transportando a los asistentes a una travesía musical única.
Zamna no es solo un festival, es una experiencia inmersiva. Cada detalle es cuidadosamente pensado para ofrecer una fusión perfecta entre la música y las artes visuales, lo que lo convierte en un evento incomparable en la escena electrónica. Desde los espectaculares escenarios hasta la impecable calidad de sonido y los visuales que deslumbran, Zamna continúa elevando el estándar de los festivales alrededor del mundo.
Foto de portada: Zamna