Descubre todos los detalles de este concierto
Este 25 de Marzo, el Teatro Metropólitan de la CDMX fue testigo de un concierto que quedará en la memoria de muchos, Michael Kiwanuka, con su inconfundible mezcla de Soul, Folk y Rock, hizo su debut en México y no decepcionó.
Desde que se anunció el show, las expectativas eran altísimas, y vaya que las cumplió, desde el primer acorde, Kiwanuka atrapó a todos con su increíble voz y esa vibra tan auténtica que lo caracteriza, el teatro, completamente lleno, vibraba con cada nota, creando un ambiente íntimo pero lleno de emoción, era evidente que el público estaba completamente entregado a la experiencia.
El Setlist fue una joya, tocó canciones de su más reciente disco, “Small Changes”, pero también regaló algunos de sus clásicos, temas como “Solid Ground” y “Cold Little Heart”, hicieron que el teatro entero se llenara de aplausos y voces cantando al unísono, fue de esos momentos en los que sientes que la música realmente une a la gente.
Uno de los puntos más impactantes del show fue su capacidad para transmitir emociones, cada canción estaba llena de sentimiento, y la banda que lo acompañaba hizo un trabajo impecable, la combinación de guitarras, teclados y percusiones y voces creó una atmósfera casi mágica, perfecta para la ocasión.
El público estuvo más que entregado, no solo coreaban las canciones, sino que también se podía sentir la admiración y el respeto por Kiwanuka, la energía en el Metropólitan era simplemente electrizante, y cada ovación parecía agradecerle por traer su música a México.
Sin duda, el momento cumbre fue cuando finalizo la noche interpretando “Love & Hate”, la manera en la que lo cantó, con tanta emoción y fuerza, hizo que más de uno se quedara en silencio, simplemente absorbiendo cada palabra, fue un instante especial, de esos que se quedan en la memoria por mucho tiempo.
Más allá de su talento, Kiwanuka se mostró muy agradecido con el público, varias veces mencionó lo feliz que estaba de tocar en México, y se notaba que lo decía de corazón, esa conexión genuina entre artista y audiencia hizo que la noche fuera aún más especial.
Cuando llegó el final, el teatro entero se puso de pie para ovacionarlo, nadie quería que el concierto terminara, pero el cierre fue tan perfecto que dejó a todos con una gran sonrisa y el deseo de verlo de nuevo pronto, si algo quedó claro con este concierto, es que Michael Kiwanuka tiene un público fiel en México y que su música ha logrado conectar profundamente con la gente.
Ojalá esta sea la primera de muchas visitas, porque noches como esta no se viven todos los días.