Radiante y candente se presentó el sol norteño. Para los asistentes del querido festival regiomontano, Pa’l Norte, fue un alivio no llegar a los 35°, aunque poco no faltaba para esperar que les rociaran de agua, por el intenso calor.
A pesar de que ya ha habido conciertos “normales”, el Festival Pa’l Norte en Monterrey, Nuevo León, fue el primer festival masivo después de pandemia. Para quienes esperaban con ansias el cartel de hace dos años, fue una suerte saber, que el festival regresó con muchos de los artistas prometidos con anterioridad.
El Parque Fundidora recibió a miles de almas deseosas de sacudirse y bailar; la tarde fue inaugurada por Girl Ultra, quien a pesar del calor, lucia un atuendo negro con un corset violeta. Aquí, allá, los asistentes seguían llegando, poco a poco iban mezclándose en esta masa inmensa. Caminaban por ahí, bebían, comían, y la música viajaba en el aire.
Los escenarios se iba llenando, juntando a los curiosos, algunos gritaban los nombres de las bandas, mientras otros tantos disfrutaban de una cerveza o papas.
Arizona, arrancó con su ímpetu característico e hizo bailar a varios perdidos en las inmediaciones de conocer a nuevas bandas. Después, el melancólico Ed Maverick, hizo cantar al público, canciones de su último material “Eduardo”, así como las favoritas de muchos: ‘Acurrucarme” y “Fuentes de Ortiz”. Cerveza, comida… y seguía el calor, acompañados de un buen palomazo con Enjambre, y para los más roqueros de un show inigualable de División Minúscula.
Se apretujaban, empujaban y peleaban. Aunque muchos estaban muy ansiosos por el show de Galantis, bastaron unos cuantos minutos para que, los que lo querían ver, y los que no, se dieran cuenta de que no perdieron ni un segundo. En unísono el escenario se llenaba de gritos, todos sabían las canciones y bailaban. 15 minutos bastaron para que Gloria Trevi hiciera recordarnos la señora que llevamos dentro.
Kinky y Foster The People, tocaron en horarios similares, lo que provocó enojo entre algunos asistentes. La cerveza comenzaba a volar, algunos simplemente rezaban porque aquel líquido amarillo viajando por el aire cayera frío y no caliente. El olorcito cubrió sito y muy singular de Mary Jain, brillaba en la atmósfera, las caras felices decían más que mil canciones.
Sonó: “Mamarrre, mamarre” y Guaynaa hizo bailar hasta al que no le gusta bailar. Pero la noche continuaba ansiosa, los asistentes aguerridos a su lugar en el escenario principal, deseaban ver con ansias a la leyenda musical, Dave Grohl.
Mientras tanto, en el escenario Tecate Original, Los Auténticos Decadentes cantaron grandes éxitos junto a muchos de sus fanes. Quienes esperaban a los Foo Fighters también cantaron algunas de las canciones que iban apareciendo en las pantallas.
Por fin y después de mucha espera, los Foo Fighter salieron, para dar un show inigualable. Parece que los años no pasan por el ex integrante de Nirvana, quien dio todo de sí en el escenario, proyectando toda su energía a la masa amorfa que cantaba con él.
